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22/4/10

La noche


Cae la noche lentamente para dar paso a la luna llena,

alumbrando las calles con su movimiento por el cielo,

dando ese toque plateado a la fría piedra de las fachadas.


Noche embriagadora que me ciegas y dominas,

te siento tan cerca que casi podría tocar tu negrura,

siempre acompañado por ella y hoy la dejaste salir,

brillando para que podamos admirar su belleza,

su esplendor, perfección y armonía,

siéntela como si pudieras tocarla con tu mano,

como si el hielo que desprende te hiciera resplandecer,

todo tu cuerpo se estremece mientras la miras,

te absorbe, te atrae, te impregna de su aroma.


Adoro la noche en la que los sonidos del silencio

son lo que se escuchan por las calles.

15/2/10

Llave en el mar



Cuando la tristeza invade tu corazón

sientes que no puedes más,

cuando tus ojos ya cristalinos

dejan caer lágrimas por tus mejillas,

cuando sabes que no significan nada,

tu cuerpo quiere que el desánimo emane.

cuando se forman gotas cristalinas

llenas de sentimientos en cada una,

cuando caen sin pedirlo,

te das cuenta que tu corazón

esta roto en mil pedazos.



No encontraré un restaurador

cuando son tantas fisuras que tapar,

este trabajo será imposible.

cuando se rompió lo encadené,

tiré la llave del candado al mar,

cuando miré se hundía lentamente

con la piedra que le enlacé,

cuando quiera flotar

ya no lo podrá hacer.

4/2/10

Princesa de trapo




No creo en los cuentos de hadas,
ni en las casas embrujadas.


No creo en los trovadores,
pregonando falsos personajes.


No creo en princesas encantadas,
buscando un sapo para sus alcobas.


No creo en los bufones burlones,
con sus piruetas y posiciones.


No creo en los tesoros escondidos,
de lejanos reinos jamás conocidos.


No creo en mágicas pociones,
ni en magos encantadores.


No quiero un castillo, ni un sapo,
ni ser simple princesa de trapo.


19/1/10

A esta droga llamada tabaco


Largos años entre ambientes cargados de humo,

inhalándolo tranquilamente, consciente de lo dañino,

sabiendo que adelantas el día de tu muerte,

el cigarro que nos puede con su nicotina,

sus excipientes y aun con sus caros precios,

seguimos como borregos ese asqueroso olor,

que nos tiene el olfato anulado por completo,

hedor que nos invade por dentro y por fuera,

hace que nuestra mente, como simples adictos,

crea que depende absolutamente para todo,

que estar en un lugar con prohibición,

signifique no poder soportar ese tiempo,

sin nuestra dosis de defunción.